Thierry Wasser concibió su bouquet como un florista, con un ligero aunque exuberante toque a fin de recoger la idea del idilio, un romance alegre y desenfadado. Tuvo que medir cada gota para alcanzar la armonía perfecta que despertara sensaciones completamente nuevas e inolvidables gracias al poder del aroma. En esta combinación de la sensualidad del chipre y la faceta íntima de los almizcles blancos con el bouquet de flores, símbolo de una declaración de amor, consigue transmitir la sensual y romántica idea del idilio.Esta fragancia merecía una obra de arte. Ora-ïto, el iconoclasta y visionario diseñador, diseñó para Idylle una lágrima de alegría y felicidad femenina, una lágrima de amor dorada.
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